Las enamoran, les pintan un mundo color de rosas, las
manipulan.
Las manipulan y las alejan de sus seres queridos, las
anulan psicológicamente.
Su verdadera cara sale a la luz cuando las maltratan,
cuando las insultan, cuando les pegan y después les ruegan perdón. Cínicos.
Para coronar su “ritual macabro”, las violan y las
asesinan y las vuelven a violar, pero ellas están gritando: “¡Pará!"
Las mujeres marchan pidiendo justicia por las que ya no
están, por las que están y por las que pueden no estar más.
Se visten de luto por todas aquellas que sucumbieron ante
el machismo y la manipulación masculina.
Marchan por Lucía Pérez, una adolescente de 16 años a la
que tres hombres la violaron hasta provocarle la muerte, marchan por todos esos
nenes que ya no tienen mamá porque su papá decidió terminar con su vida. Marchan
por ese completo desconocido que se puso en el papel de muerte, que violó y mató a una de ellas.
Marchan por la impunidad, por la
injusticia de que muchos de sus agresores, violadores y femicidas continúen en
libertad.
La violencia machista es un virus que se hizo visible
estos últimos años y ha llegado a límites insospechados.
La estigmatización a la mujer también es violencia: “¿Cómo
va a salir con esa ropa?”; “Está provocando”; “Por algo la habrán violado”; “Le
pasó por puta”.
Son como animales salvajes, esperando para atacar a la
presa por el simple hecho de ser mujeres y usar determinada ropa o incluso
hasta por portación de rostro.
En el 2016, 290 mujeres han sido asesinadas por
cuestiones de género, superando la cifra del 2015 (286 femicidios).
En los primeros dos meses del año 2017, se registraron 57 asesinatos a mujeres.
En los primeros dos meses del año 2017, se registraron 57 asesinatos a mujeres.
El promedio es terrorífico: cada 18 horas una mujer
pierde la vida por cuestiones vinculadas a su condición.
Las mujeres están gritando: “¡Pará!”, porque tienen
miedo, tienen miedo de ir por la calle y ser secuestradas o seducidas, tienen
miedo de ser manipuladas, que las anulen psicológicamente, que las violen, y
por último las maten.
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